En el artículo anterior -aquí en Mujer y Poder- tuvimos la oportunidad de desglosar el término de “Patología Dual” -los padecimientos mentales derivados del consumo de sustancias- señalando la percepción disminuida del problema, paradójicamente frente a la preeminencia que tiene en nuestros tiempos sobre los pacientes que ingresan a una clínica de tratamiento a las adicciones. En esta ocasión, para completar en lo posible este tema de más largo aliento, disertaremos sobre el tipo de alteraciones mentales en un paciente dual, su evaluación, dictamen y necesidad de un abordaje clínico apropiado realizado por especialistas en salud mental.
Las principales alteraciones de los pacientes duales son sufrir psicosis, algunos trastornos de personalidad, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, o síntomas de trastorno del déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Las conductas compulsivas (repetición del consumo para aliviar un malestar) pueden ser de distinta gravedad. Cuando impactan de forma negativa en la vida de un individuo, se habla de conducta problemática y/o adictiva.
En ese sentido se asimilan a cualquier otro trastorno mental (TMC). Ambas expresiones sintomáticas de alteraciones mentales, se expresan de forma estrecha, conjunta o secuencial en la progresión de una etapa a otra a lo largo de la vida, de ahí la disyuntiva filosófica de: ¿es adicto porque es enfermo o es enfermo porque es adicto?. Buena pregunta… difícil respuesta. Por tratarse de trastornos mentales o del comportamiento, se valoran minuciosamente a través de criterios eminentemente científicos, usando herramientas clínicas como el DSM-V (Manual para Diagnóstico y Estadísticas de Enfermedades Mentales) y el CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades) para que sin margen de error se puedan definir como trastornos mentales o del comportamiento del paciente; o, en su caso descartar diagnósticos apresurados por la razón de solo contener algunos rasgos propios de dichos trastornos, sin que sean concluyentes.
Tabaco y alcohol, sustancias legales adictivas. Llegado a este punto, es importante hacer constar que la inmensa mayoría de personas expuestas a sustancias con potencialidad adictiva jamás desarrollará un TMC inducido por la adicción. Se estima un porcentaje del 80% en la totalidad de las personas con trastornos adictivos que también presenta Trastorno Dual. En la mayor parte de los casos las manifestaciones de alteraciones mentales son anteriores al desarrollo de conductas adictivas. Una observación muy importante, para el público en general, es que la adicción más frecuente en los casos de patología dual, se encuentra en las sustancias legales, como el tabaco seguido del alcohol; seguidas de las ilegales, el cannabis es la primera seguida de la cocaína y los opiáceos.
De ahí la importancia que tiene para Casa Mispah el ofrecer tratamiento vanguardista y acorde a las necesidades específicas de la realidad de la salud mental en nuestra comunidad, adecuando para ello a un staff clínico certificado que interviene a la persona con patología dual con un tratamiento basado en la evidencia científica de los aspectos neurobiológicos, psicológicos y sociales del trastorno. Con lo anterior se obtiene un diagnóstico diferencial entre trastornos depresivos, de ansiedad y orgánicos, mismo que permite una intervención que sea apropiada al problema único o a trastornos subyacentes encontrados en la indagación realizada con herramientas propias de la ciencia y personal acreditado para la atención de la salud mental.
El tema, desde luego, es mucho más sofisticado y para expertos, pero es importante que las personas, en general, tengan un mínimo conocimiento de que el consumo de sustancias y las enfermedades mentales a veces van de la mano y que, en consecuencia, no basta la abstinencia sin apoyo profesional.
¿Conoces a alguien que necesita ayuda por tener problemas de consumo o conductas dañinas? En Casa Mispah estamos preparados para brindarte una atención especializada y altamente profesional.